Escupir el orgullo de ser escritor cuando menos entre caracteres.

 De repente me descubro pensando, maquilando ideas que vienen a mi mente, conversaciones en mi cabeza que me preguntan y que me contesto.

¿Es de amor que uno se vuelve escritor y poeta?

¿Es de dolor que uno aprieta el puño para contener el llanto? 

¿Es por amor que uno descubre que más allá de un par de huesos tenemos también sentimientos?

¿En qué punto estos sentimientos te escupen en la cara y se te escapan por los poros a veces en una servilleta, otras en una pluma y muchas más ahora en un ordenador?

Viene ahora el momento en el que en derrota y sin amor viene mi persona  a sentirse más compadecida, más interesante, más humana, más millenial por hacer de dominio público todos mis absurdos sentimientos..

Creo que el amor es como el internet. Como este post en medio de infinidad de notas, páginas, blogs e ideas mucho más agravadas y valiosas que las mías puede sobresalir y ser visto e incluso para pasar a formar parte de alguien mas, de la misma manera; en medio de la multitud de personas, de los más de 7550 millones de corazones humanos en el mundo, con sus respectivos filtros de edad, color, ubicación, género, otros tantos millones han encontrado su concepción del amor. Por otro lado las posibilidades pueden reducirse a una negativa.  Dándole al amor su tarea más ardua: la interna, la que pesa, la que reprocha, la que cuestiona y la que exige. Exige ser mejor persona, exige ser menos egoísta, exige ser más humano. ser más persona.


Y de un momento a otro un blog puede salvarte la vida, puede descomprimirte el pecho, puede tranquilizar al alma. ¡Y si! Si la pregunta es si deberías o no escribir tu primer post, la respuesta es ¡SÍ! Basta ya de conversaciones aburridas que no llevan a ningún lado, de palabras que quedan en el instante. 

Hagamos conversaciones habladas o escritas que toquen el alma, que nos conecten con eso que duele pero que también agradece. Con eso que vibra y que nos hace trascender y poco a poco ser más conscientes aunque nadie te lea aunque nadie te piense, ahora ya no sólo está en tu mente. 

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